Review: El Camino, una película de Breaking Bad

Review: El Camino, una película de Breaking Bad

El viernes 10 de octubre se estrenó en Netflix El Camino, una película de Breakin Bad, con la premisa de echar luz en los sucesos ocurridos después del cierre espectacular que había tenido la serie tras 5 temporadas.

La película comienza retomando la historia inmediatamente después del final de la serie. Aquí podemos ver a Jesse Pinkman emprender un viaje para escapar de la policía y del lugar donde había estado prisionero. A partir de allí, la película irá intercalando el presente con flashbacks que servirán para explicar las diferentes decisiones que va tomando el protagonista.

Uno de los problemas que tiene esta secuela es que sustenta su interés a partir de la nostalgia que se genera con los fanáticos de la serie. Quienes no hayan visto Breaking Bad, es posible que la trama de la película se les haga lenta y poco interesante.

Por otro lado, aquellos que son fanáticos se van a encontrar con una historia que se esmera en contar algo que nadie necesitaba a estas alturas. La serie había concluido dejando un final abierto a múltiples posibilidades. De esta forma, le había dado la posta a los espectadores para que sean ellos los que resolvieran los interrogantes según sus diferentes interpretaciones. A cambio, la película nos ofrece un final feliz y esperanzador que contrasta demasiado con la esencia de Breaking Bad, donde los desenlaces eran dolorosos y siempre abrían nuevos problemas y dificultades. Más bien, este parece un final para los fanáticos de Pinkman, que necesitaban que el chico logre encontrar algo de tranquilidad y redención luego de su dura vida.

Si bien Jesse era un personaje muy querido por los fanáticos, El Camino deja en evidencia que éste siempre fue solamente el ayudante de Walter White, quien era el verdadero motor de la trama. Mientras fuimos viendo como el personaje de Walter adquiría más poder hasta convertirse en Heisenberg, el personaje de Pinkman se iba apagando hasta terminar siendo una mueca de dolor que se arrastraba por los rincones. Así que, si la película nos cuenta una historia innecesaria, además lo hace con alguien que resulta poco interesante, que no tiene mucho que contar más que una historia de superación del dolor.

La falta de un personaje como White se nota también en una ausencia de ingenio para resolver los conflictos que se van presentando. Walter era capaz de ingeniar un plan original que lo ayude a seguir con vida, desde instalar una bomba en una silla de ruedas o fabricar un veneno imperceptible. También se extraña esa minuciosidad y paciencia que caracterizaba a Breaking Bad para ir destrabando las cosas a cuentagotas. Si bien la película va dando saltos entre flashbacks que hacen más dinámica la trama, las escenas se resuelven de forma lineal, llevándose todo por delante a punta de pistola y amenazas.

El Camino es un regalo para los fans de la serie que necesitaban una dosis más de Breaking Bad. Junto con Pinkman, el espectador emprende un viaje, donde se va a ir reencontrando con viejos personajes y escenarios que sirven de disparadores de muchos recuerdos. A esto se suma que, a nivel técnico, la película resulta visualmente hermosa y fiel a todo el universo que ha creado Vince Gilligan. Sin embargo, la apelación a la nostalgia no es suficiente para sobrellevar una historia poco interesante como innecesaria.

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